CAFÉ PASADO #15: Cuestión de minutos
Se dice que hechos y momentos importantes en nuestra vida no necesariamente son los que se planean; sino los que ocurren en cuestión de minutos. Esos que no pensabas pasar en el día: una llamada especial, una reu espontanea, una sorpresa por cumpleaños, etc. Ayer Alianza Lima nos regaló una vez mas uno de esos momentos. Esos ratos donde pensamos que toda marcha mal, y al otro con empuje y corazón los saca adelante. Todo en cuestión de minutos.
Cinco minutos y nada más…
Ayer el equipo de La Victoria se enfrentaba a Binacional por una fecha mas de la Liga 1. No puede negar amigo lector que el ambiente se respiraba un sobre optimismo bárbaro. El momento de Alianza era bueno y otros resultados habían jugado a nuestro favor. ¿El rival? Un equipo que pelea la permanencia en el campeonato. ¿Qué podría malir sal?
En el arranque, cuando todos estábamos recién sentándonos en nuestro sillón, nos agarraron con los pantalones abajo. En menos de 5 minutos, 2 desatenciones en defensa por el lado de Jefferson Portales nos ponían abajo en el marcador por 2-0. Increíble. En la cancha y en los hogares el ambiente era el mismo, sorpresa y amargura. Pese a ello el cuadro de la victoria trataría de salir de ese mal momento. En el banco se veía una constante conversación entre Bustos y su comando técnico ¿Qué hicimos mal? Habrá sido la pregunta recurrente. La formación del profe argentino en si no estuvo mal. La necesidad de cumplir con la bolsa de minutos lo obligó a recurrir a jóvenes como Moyano y Gallardo que lamentablemente aun no terminan de encajar en el esquema de juego del profe y Binacional aprovecho eso. La fragilidad de la banda derecha que había dejado la ausencia de Mora y el ingreso de un muchacho aun Gallardo y la irregularidad en marca de Portales. Supieron ubicar el punto frágil y en 2 ocasiones que pegaron, encontraron oro. El primer tiempo murió con un 2-0 para Binacional y muchas preocupaciones y dudas.
…Cinco minutos y así verás
La segunda mitad tuvieron que cambiar las cosas. “Al demonio la bolsa de minutos, lo queremos ganar” habrá sido la idea cuando se realizaron los cambios, la cual es completamente entendible. Benítez por Moyano y Arley Rodríguez por Gallardo y Mora por Portales. El equipo titular recién jugada a los 46’ del partido. ¿La actitud? Completamente distinta. Juego corto, ocasiones mas claras de gol, manejo de las jugadas mas claras y demás. Pese a ello faltaba algo.
Y si prepárense porque aquí toca hablar del ‘chocolate’. Pero no solo es hablar de Jefferson Farfán. No, es también mencionar a Wilmer Aguirre. Muchachos que compartieron camerino en menores, en el centenario, en el bicampeonato y que ahora volvían a una cancha de futbol en busca de la hazaña. Fue así que la ayuda colectiva que sumaron ambos jugadores hizo que a los 76’ Osling Mora (el bueno, el de la camiseta dentro del short) encontró el descuento. Y así como en 5 minutos nos pintaron la cara, en 5 minutos, en los últimos 5 minutos Alianza Lima logró la hazaña. Gol de Aguirre de cabeza tras un excelente centro de Barcos que daba la tranquilidad de no perderlo y la esperanza de voltearlo. Y en el minuto final, Jefferson Farfán de tiro libre, como en el 2003-2004 anotó ese tanto para gritar ¿Quién más? No en un sentido de soberbia. Sino en decir: ¿Quién más podía voltear un partido así? Solo nosotros. Solo Alianza.
Que mi amor es todo solo para ti
Son estos resultados que nos hacen sentir mas orgullosos de ser aliancistas. No por el sufrimiento, sino por el esfuerzo que significó voltear el marcador. Hoy Alianza Lima duerme en lo mas alto de la fase 2 con una considerable ventaja de 6 puntos al segundo lugar y pisándole los talones al líder de la tabla acumulada. Nos va bien, pero necesitamos aun así seguir superándonos en lo que nos equivocamos.
Sobre todo, en el replanteo de como cumplir con la bolsa de minutos. Hoy Alianza Lima debe 601 minutos donde deberá encontrar o bien a los muchachos que sepan entrar en el juego que se plantea desde el banco, o bien seguir confiando en Moyano y Gallardo esperando un resultado favorable. Mirando a los ojos de cada uno de los jugadores en las fotos, confiamos que así será.
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