'Jóvenes vALores' #01: 'Poesía en la derrota'
Un año y medio después,
los Potrillos volvieron a rodar el balón. El campo “Teófilo Cubillas” fue
testigo del gran regreso de “la bandita”. Era su momento de brillar, de una
alegría más al hincha dar.
El partido inició con mil
inseguridades, mil imprecisiones, mil errores, pero eso sí, corazón les sobraba.
Cuando uno juega como hincha, muchas cosas pueden suceder. Alianza empezó
bastante errático, como si las piernas no respondieran, pero de a pocos se fue
“cuajando”.
Durante los primeros 10’,
los “Poetas” aprovechaban las individualidades que tenían para acercarse al
área, pero sin mayor peligro. A partir del 11’, despertamos. Fue tanta la
presión que ejercimos sobre el conjunto trujillano que, a los 21 minutos del
primer tiempo, tras un tiro libre mal ejecutado por nuestros rivales de turno,
la barrera rechaza para que Fred Zamalloa, cual Maradona en el 86’, arranque
por la derecha y de el pase al medio para que Javier Navea, la gran promesa,
ponga el 1 a 0 transitorio. Todo era alegría en la banca íntima, de verdad que
extrañábamos escuchar el grito de gol de la muchachada.
Pese a esta ventaja, aún
no veíamos con seguridad a los jóvenes valores. Estas dudas, propias de una
para tan larga, son las que hoy, durante el trámite del partido, nos jugarían
en contra.
A los 25’, después un
peloteo en el área blanquiazul, la pelota hace retumbar el arco tras un fuerte
remate cortesía de la UCV. Llegados los 41 minutos de la parte inicial, Vallejo
desborda por la izquierda y, con un buen centro pasado, logran la paridad antes
de irse al descanso a través de un remate de Alberth Zamudio. 1-1 en el Teófilo
Cubillas, bajo el sol de La Victoria. Culminamos
la primera parte iguales y el amargo sabor de boca ya se hacía sentir.
Los chicos se fueron al
descanso con mucha bronca y con el capitán Navea lesionado. El resultado se les
iba de las manos y el regreso les costaba. Iniciado el complemento,
lamentablemente, no supimos cómo levantar cabeza. Ni bien arrancaron las acciones,
a los 2 minutos del segundo tiempo, los hoy vestidos de naranja arremetieron
mediante balón parado, haciendo que más de uno de nosotros exclame: “Uuuuffff”.
No pasó mucho hasta que, a los 14 minutos, tras una falta en el área, Olaya se
encargue de intercambiar el penal por gol. 2-1 a favor de la Universidad.
Alianza ya se encontraba
perdido, pese a que la ventaja de los poetas no era grande. Los muchachos no
pudieron asimilar el golpe bien, tanto que a los 20’, pasado solo algunos
minutos del gol anterior, Alberth Zamudio nuevamente, esta vez con un recorte
hacia adentro como Arjen Roben en sus mejores años, de pierna zurda anota el
3-1.
El resto del partido ya
fue un mero trámite. Los “grones” intentaban, pero no resultaba. Hoy,
definitivamente, no fue nuestro día. Pero las acciones no terminaban, ya que a
los 44’ de la parte final del encuentro, tras haber obtenido un penal a favor,
Diego Arrieta la mandaría a guardar luego de, dato no menor, tener que repetir
el penal debido a un adelanto al momento de ejecutar el cobro. 3-2 como
resultado final.
Esta derrota no ha sido
más que un bajón, una piedra en el camino de la cual estamos seguros que Los
Potrillos se podrán levantar. Hoy caímos, estuvimos irreconocibles, pero,
jóvenes vALores, si ustedes mismos no se levantan, ¿Quién más?
La siguiente fecha y las
que quedan, jueguen la final de sus vidas. Tengan en mente que están en su
vitrina, misma que les llevará, con mucha determinación, a los lugares que
siempre soñaron.
Cabeza arriba, muchachos,
que esto recién empieza y su camino es largo. Recuerden que Alianza Lima es muy
grande para detenerse.
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