'GLORIAS DE LA VICTORIA' - BARCOS: ‘EL GARDEL BLANQUIAZUL'
En
Argentina, así como en Perú, encontramos varias jergas o expresiones raras que,
para aquellos que no estén familiarizados con el idioma, resultarán imposibles
de entender. Entre todas, hubo una que llamó bastante mi atención: “Sos
Gardel”.
Esta
frase hace referencia al máximo exponente del tango argentino, Carlos Gardel,
quien murió en el año 1935 y, pese a eso, de diciembre a enero es escuchado,
cada día canta mejor y de su pedestal jamás será bajado.
Esta
frase es utilizada para expresar el triunfo personal como ninguna otra. Cuando
eres Gardel, eres lo mejor, eres lo máximo. No hay quien pueda vencerte y
llevas la 10 como ningún otro. Pero hoy, por curiosidades la vida, nuestro
protagonista no llevaba la 10, si no la 9. Su hábitat era el área rival y su
alimento el inflar redes, pero lo veríamos llegar, como el trotamundos que es,
de polo a polo, de arco a arco.
Hernán
Barcos, Pirata para los amigos, llega a Alianza Lima sabiendo que jugaría
segunda división. Un momento complicadísimo. Pero a él, y cito sus palabras,
“le gustan los desafíos personales y deportivos. Hernán quería, lo cito
nuevamente, “devolver a Alianza al lugar que merece”. Barcos sabía a dónde
llegaba; de todos, era el que la tenía más clara.
Por
cuestiones de la vida que ya son conocidas, nos toca jugar primera y, ¡Ay,
mamita querida! Qué jugador conseguimos. Un tipo que tiene la cancha en la
cabeza, que parece que el balón le pregunta: “¿Dónde quieres que vaya?” y este
va, un delantero centro que hacía jugar hasta al arquero. Un señor que, mucho
más allá de lo mencionado, es un ser humano a la altura de su calidad como
futbolista.
En
un “equipo” falto de líderes y referentes, Hernán llega y construye una
familia. Una que sobrepasaba lo deportivo y que se apoyaba en todo momento. Él,
fungiendo de padre para los más chicos y de guía para todos, supo liderar
positivamente un vestuario que estaba roto y trasmitir un buen discurso que,
hasta hace un año, fue completamente olvidado. Destacando, dentro de todo, un
gran mensaje: “La entrega no se negocia.”.
Nacido
en Bell Ville, Argentina, pareciera que lleva años viviendo en La Victoria.
Hernán aprendió a enamorarse de los colores y termino luchando por el escudo
que lleva en el pecho, para que el apellido que lleva en la espalda, sea
siempre recordado. Es por ellos que hoy el tatuarse un pirata en el pecho no
suena nada descabellado. Muy por el contrario, es considerado una falta de
respeto el no hacerlo.
Hernán,
sos un Gardel, el Gardel Blanquiazul. La máxima expresión de triunfo personal
es completamente tuya. Felicidades por este campeonato y mil gracias por este
año, sobre todo por aquellos 21 y 28 de noviembre. No te vayas nunca.
Levantando
el puño y tapándome el ojo con una mano, despido este año. Aquí se apagan las
luces, se cierra el telón. Nos vamos todos porque... jajaja... Alianza ya salió
campeón.
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