CAFÉ PASADO #15: Suficiente
Otra vez Alianza perdió en la Copa Libertadores y yo ya tuve
suficiente.
Con esto no quiero decir que me bajo del barco, que ya no
apoyaré al equipo, que ya dejo de ser hincha y me pondré a ver golf. NO. Lo
digo porque yo ya tuve suficiente de romantizar la derrota. Ya tuve suficiente
de decir: “Lo bueno es que la luchamos”. Ya tuve suficiente de ver cómo nos
pasan por encima. Ya tuve suficiente de ver cómo los errores nos cuestan. Ya
tuve suficiente de ver cómo la pelota no entra. Ah, pero de verdad ya tuve
suficiente de todos aquellos que dicen: “Brasil, Argentina, Uruguay están a
años luz de nosotros. Nuestro campeonato es amateur, poca preparación, muy
pobre...”
Amigo hincha que estás leyendo esto, si tú eres uno de los
que dice eso después de cada derrota, te invito a que dejes de leer estas líneas
porque te arderá. Te va a doler saber que, por ti, mi estimado “crítico” y
“amante del buen fútbol”, es que afuera nos ven como una burla. El peruano es
tan puñalero que termina atacando a su país y destrozándolo antes de hacer algo
por cambiarlo. Aplica para el fútbol, aplica para la vida. Así que a la
siguiente que vayas a lanzar ese comentario y empieces a buscar culpables,
piensa en qué estás haciendo por cambiarlo, bocón.
Hoy ya siento que no hay lugar para el análisis porque
siempre es lo mismo. Aún me duele la cabeza por lo que vi anoche. Me da mucha
bronca el siempre estar tan cerca, pero nunca celebrar cuando llega el pitazo
final y seguir así, sentado frente a la tele o en las butacas del estadio, con
el grito de gol ahogado, con la celebración oprimida, con las lágrimas cayendo.
Alianza Lima ha perdido 0-2 contra Fortaleza de Brasil y se
suma otro equipó más que llega a Lima para vernos la cara de Patito Feo y pisotear
nuestro escudo. Nosotros aquí, sin hacer nada, contemplando cómo nos pintan el
rostro por enésima vez.
Ya no sé si son los jugadores, si es el rival o si
simplemente es mala suerte. Pasado un día del partido me encuentro exhausto y
con la resaca de una derrota más. Alianza Lima, amor de mi vida, dime qué hacer
con esta pena que me aqueja.
Pese a que seguimos comiendo barro, continuamos alentando. No
sabes cómo duele, blanquiazul querida. Arriba Alianza toda la vida.
Hijo sigue adelante , tenemos derrotas que nos ayudan a ser grande y asi será con el equipo de tus amores.
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