TERRITORIOS ÍNTIMOS #17: Ana Madrina
Me la presentaron una vez en el
local de la ABA, en una actividad que se llevaba a cabo ahí, y pese a que había
oído hablar sobre ella y algunas
anécdotas sobre su vida (valga aclarar que al decir “su vida” tácitamente me refiero a su
devoción por el Club Alianza Lima, que efectivamente era su vida) poco a poco descubrí quién era
esta mujer de mirada bondadosa y andar pausado que se conducía con total familiaridad en un ambiente
que para ajenos podría ser considerado
no precisamente el más adecuado, cosas de prejuicios. Yo, un recién llegado, tan solo había escuchado alguna vez nombrarla,
en conversaciones y algunas publicaciones de la barra.
Era una mujer menuda, con sus
años encima, silenciosa en su andar; lo cual despertó en mí una enorme
curiosidad viendo la comodidad con la que se desplazaba en el local, sin embargo, ella irradiaba con su
andar y su silencio algo parecido a quien recorre su hogar, a quien goza de la confianza ganada. Alguien a
quien todos respetan y saludan con cariño, pero que a la vez no importunan
demasiado, era inevitable el no presentarle los debidos respetos, para luego escuchar una de las tantas anécdotas que
hicieron de la Madrina una institución dentro de la popular svr.
No voy a decir que "conocí" a Ana María Pretell, porque sería faltarle el
respeto. La saludé una sola vez en mi vida, pero conocí de ella y su historia por amigos que,
efectivamente, sí compartieron con ella un poco de vida, chelas, cigarros y por supuesto Alianza Lima, contándome sobre la escuelita
primaria que funcionaba en su casa, o cuando se escapó con la excusa de ir a la
tienda cuando en realidad fue a Matute, volviendo a su casa en un patrullero.
Me quedé con la
espina de preguntarle qué la hizo amar tanto a su Alianza Lima, rompiendo
esquemas en una sociedad conservadora que reservaba el fútbol para los hombres.
¿Ana María Pretel venció en base
a su carácter prejuicios y estereotipos? Estoy seguro que sí, porque sería hacerle justicia no viéndola
solamente como “la mamita que
iba a la popular”, reservándola egoístamente al nivel de lo anecdótico o decorativo, cuando hay
muchos que no se atreven a poner un pie en el medio de la tribuna y ganarse un
espacio ahí. Me hubiese gustado escuchar de su propia boca qué la motivó a
entrar a ese mundo recio de la barra más grande del Perú.
¿Cuántas veces te dijeron que
dejes de ir, Ana María?
¿Qué te motivó a burlarte del paradigma absurdo de que una tribuna popular “no
es lugar para una mujer de tu edad”? ¿Qué te dio Alianza para que le dediques
tanto y tanto? ¿Intentaron disuadirte diciendo que era peligroso, o ridículo,
que ya no estabas para eso y te dediques a tejer y criar nietos?
¿Cuántas veces habrás vuelto a
casa, con tu rebeldía silenciosa satisfecha, para dormir abrazada a la
satisfacción de no haberle fallado ni a Alianza ni a ti?
La alegría no tiene edad. El amor
no tiene edad. Por eso, ambos
son tan valiosos que no tienen precio y no se compran en la tienda.
Te llevaste el secreto de qué te
dio tu Alianza para que le jures amor eterno, mientras yo me quedo con la duda
-y prefiero quedarme así – de poder conocerlas.
Sólo estreché tus manos gentiles
una vez, pero es tanto el cariño de quienes en verdad te conocieron y te
recuerdan al compartir tus anécdotas que todas mis
preguntas merecen quedarse sin respuesta, dejando lugar a que hablen los que
tienen la verdad de haber compartido tu aliancismo en el corazón y la memoria.
Yo, simplemente pensaré en cuan
hermoso es ser hincha de ALIANZA, que te ofrece la inmortalidad, sin pedirlo,
de vivir en el corazón de los
muchos que te recuerdan como el ejemplo de lo que significa amar la azul y blanco.
Por último, siempre imaginaré que
te pregunto en una conversación
que nunca sucederá: "¿qué
se siente estar en la inmortalidad de lo blanquiazul, querida Ana María?", mientras compartimos un
cigarro y muchas sonrisas.
A la memoria de Ana María Pretell Velásquez, La
Madrina.
26-07-1927 / 19-04-2014
Que tengan un excelente viernes grone.
¡Y arriba Alianza Lima!
Comentarios
Publicar un comentario