‘GLORIAS DE LA VICTORIA’ – CAMPOS: CADA VEZ MÁS GRANDE
Hace poco más de un año me tocó escribir una de las notas
más emotivas de mi vida. Mientras la redactaba, también me tocó soltar algunas
lágrimas. Y es que me llenaba tanto el corazón el ver cómo Ángelo abrazaba a su
hijo, el Chiquimono, y muy emocionado les decía a las cámaras que “Papito lo
logró, hijo mío.”.
Aquella nota se llamó “El Mono” y no les miento cuando les
digo que aún me emociona leerla, pues, pasa que verlos a ellos dos siempre me
recordó a mi papá y a mí. Hoy, como les dije, poco más de un año después, tengo
el honor de nuevamente escribir para Ángelo Ademir Campos Turriate o, mejor
conocido por nosotros los aliancistas, el Mono Campos.
A lo largo del 2022, como en todo el plantel, en Campos
pudimos ver las dos caras de la moneda. Con rendimientos sobresalientes, como
con otros que dejaban la espina de que se pudo haber hecho algo más, pero
nunca, jamás en la vida, pueden poner en tela de juicio el temperamento,
personalidad y voz de mando que tiene nuestro arquero titular.
Muestra de ello fue la final de ida en Arequipa. Llegó la
hora de los arqueros aliancistas salgan a calentar y Ángelo, a pecho inflado,
sale del túnel mirando al cielo y extendiendo los brazos se encomienda a Dios.
Termina su plegaria, seria mirada al frente y se dirige a la tribuna. En un mar
de pifias e insultos, Campos se acercó al comando con los puños en alto, como
si estuviera celebrando, presagiando, quizá, lo que pasaría aquel no muy lejano
12 de noviembre del 2022.
Ángelo Ademir es hoy un arquero lleno de confianza, tanto
que da miedo y hasta se le critica, pero, asimismo, creemos que es la actitud
que un ganador debe de tener. Él se la cree tanto que hace que al rival le
tiemblen las piernas en el uno contra uno. Hubo momentos en el año en que
podían jugarse 200’ minutos de partido, pero sabíamos que no nos iban a anotar
porque teníamos bajo los tres palos a un monstruo, a un sALvaje, a un fuera de
serie que cayó, se levantó y hoy goza de un excelente presente que esperamos le
depare un futuro muy lejos de aquí.
La figura de Campos Turriate se va haciendo cada vez más
grande. Entre apariciones en momentos críticos y guapeos a la defensa cada que
le pateaban al arco, Ángelo se ha ganado un lugar como referente aliancista.
Muchos dirán que no es así, que no es ídolo y que es muy pronto, pero dense
cuenta de la magnitud de estos dos años. Ángelo Campos era un arquero requerido
para segunda división y hoy bicampeón nacional de la primera división del
fútbol peruano. Eso no es casualidad. Eso se llama trabajo, esfuerzo,
dedicación, temple y personalidad.
Felicidades a nuestro mono blanquiazul, el amo y señor de
los tres palos. Sigue celebrando con el Chiquimono haciendo ese gesto con el
que de nosotros se quisieron burlar, que yo sigo abrazando bien fuerte a mi
papá.
Gracias por alcanzar la gloria y seguir con hambre de
conseguir más. Vamos por el tricampeonato, Mono Campos.
ARRIBA ALIANZA LIMA... TODA LA VIDA.
Por: Leonardo 'El Potrillo' Cusirramos

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